Nuestra música que nace de la mezcla, del respeto mutuo, de la voluntad de compartir y convivir; precisamente nace en las zonas de barrios obreros del área metropolitana de Barcelona, donde la diversidad de identidades coexiste, convive y se mezcla desde hace décadas. Esta música no busca ofrecer respuestas, sino abrir preguntas, generar debate y hacer pensar, sin que eso suponga una amenaza para nadie. Defender lo que somos no es imponer, es encontrar la manera de que todo funcione y evoluciones mejor, colectivamente. Como decimos nosotros entre birras y carcajadas, nuestra identidad es la Rumba Metropolitana.

Esta Rumba Metropolitana es una actitud, una forma de entender la convivencia en los barrios, en los bloques de pisos, en los institutos y en los lugares de trabajo; es conciliación entre diferentes, entre ideologías, costumbres y orígenes, sin renunciar a la propia identidad. Es lo que ocurre cuando te sientas en la mesa de un bar con gitanos, payos, inmigrantes, pijos, obreros, alternativos… y te sientes en familia.

Es resistencia dentro de la ciudad, donde la identidad a menudo se diluye entre el turismo, el postureo y el ritmo frenético. Es saber cómo están los vecinos de tu rellano y saludarlos al pasar junto a ellos.